Hola querida amiga inseparable,
¿Cómo estás? El motivo de mi visita en sus aposentos, son para decirle lo
siguiente:
Adiós de mis pensamientos y de mis actos, fue
bonito mientras duró, pero ya es hora de separarme de ti, la verdad estoy
ocupado y no tengo tiempo para concentrarme en esta amistad de antaño.
Gracias melancolía por porque muchas veces fuiste mi
compañera, prometo recordar nuestra amistad en mis días de sonrisas que
se acercan como el Sol de las mañanitas Caribeñas.
Adiós melancolía porque mi tiempo ya no es para ti.
Adiós melancolía porque mis días empiezan a tener
color.
En despedida de la mi amiga melancolía |
Adiós melancolía porque aunque parezca mentira puedo
vivir sin ti.
Adiós melancolía porque yo quedare como el humo que no
viene ni va, pero se asienta donde la luz no lo haga desaparecer.
Adiós melancolía porque mis noches ya tienen compañía.
Adiós melancolía por que mientras más adiós te digo
más seguro me siento de mis decisiones.
Melancolía, yo sé que me buscaras más tarde que
temprano, como siempre lo has hecho, se que ahora no dices nada porque
busca un pretexto para acercarte, pero melancolía conozco tus mañas, y aunque
avece me hice el estúpido siempre estuve claro que tu corazón ya no late para
sentimientos, solo lo hace para hacerte la víctima y revolcarte en tu propio
fango.
Qué bien melancolía es verte desde este lugar,
no me impregnará tu falsa sonrisa, se que podría sentirme en deuda
contigo, pero eso no quita la realidad. Melancolía fue bonita la amistad
mientras duró pero como ya no durará más, prefiero despedirme siendo
agradecido. Gracias melancolía porque gracias a ti, descubrí la estabilidad del
vaivén de los sentimientos.
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