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La solidaridad a distancia



De aquí pa’llá: La solidaridad a distancia 

Jansel Hernandez es graduado de Filosofía y Humanidades por el Centro Filosófico Pedro Francisco Bono- INTEC con maestría en Diseño, Gestión y Dirección de Proyectos por la UNINI- Puerto Rico. Vive actualmente en Minnesota donde trabaja para Casa de Corazón, una organización de cuidado y educación preescolar donde se desarrolla como Career Development Mentor.

Cuando se deja la tierra que vio a uno nacer ya sea por necesidad o por decisión particular, existen más preguntas que respuestas referentes a lo que puede pasar en el aspecto profesional y cultural. Los miedos afloran y los desafíos están delante de nuestros ojos esperando ser conquistados.

En estas palabras quiero representar a la clase trabajadora dominicana que día a día se hace camino en Estados Unidos y busca silenciosamente el “pan nuestro de cada día” manteniendo sus raíces y valores culturales a flote. 

Las añoranzas siempre están y se expresan de manera sutiles. No es que los dominicanos que viven en Estados Unidos se encuentran en las esquinas los dólares y por eso envían mensual algo a sus familiares. Desde mi punto de vista mantener una conexión cultural con nuestra familia es parte de esa dinámica de enviar un dinerito, aunque sea poco a los viejos como popularmente se dice. Eso nos hace sentir conectado con ellos.

Si eres un dominicano de lo que a primera hora en vez de leer los diarios estadounidenses te busca los principales periódicos dominicanos y empieza a discutir con tus compaisanos sobre política, baseball o la delincuencia como si nunca te hubiera ido de Republica dominicana no estás loco ni te falta un tornillo es parte de la conexión que necesita con tu tierrita.

Cuando no te sientes representados al ir a una celebración eucarística, te dice caramba a la misa como que le hace falta el swin de la tambora, el ruido de los niños y los largos avisos parroquiales no estas mal, es normal sentir esas añoranzas religiosas.

Existen momentos que te pueden confundir por estos lados no es muy común la solidaridad con el vecino, si existe no es algo que se promueve mucho. Tampoco el jolgorio es un lujo que se puede dar todo el mundo. Aquí tu viniste a trabajar y en eso debe enfocarte, por estos lados 24 horas pasan rapidísimo y aunque tema como la inseguridad social, la corrupción administrativa y política son temas casi superados existe un libre albedrío que da miedo.

Por algo le llama la tierra de las oportunidades, si te enfoca en lo que desea, aquí existen los medios para progresar dignamente y ser un ente social productivo, pero si quieres retorcer tu vida y joderte en los bajos mundos también existen esos medios. La diferencia es que la primera opción te llevará a caminos de satisfacción profesional y familiar y la segunda te guiará por el anonimato social y la alienación.

Me pregunto cada día como siendo dominicano en Estados Unidos puedo hacer trascender las quejas que tengo en contra de mi país por acciones que son cristianas con una filantropía seria a favor de los más necesitados.

Donde trabajo he hablado de lo lindo de mi país de instituciones seria que promueven una sociedad justa e inclusiva ellos me han permitido realizar proyectos a favor de causas decente como lo es “Quiéreme como soy”. Por eso el mes de julio en Casa de Corazón hay una fiesta y esa es “1k for Kids” una iniciativa a favor de Quiéreme como soy. Todas las familias caminaran un kilómetro a favor de los niños y con eso se recaudará fondos para esta institución que realiza trabajo a favor de la niñez especial.

No estás loco si aún te anima ayudar y promover la solidaridad por estas fronteras lejos de tu querida Quisqueya. Simplemente es parte de esa conexión cultural que el corazón nos pide y que da sentido a nuestra vida.
Para más información visita el siguiente enlace....

Fuente: http://www.amigodelhogar.net/2016/08/la-solidaridad-distancia.html
Escribe: jandez@gmail.com




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