Para los que creen que los dominicanos
en Estados Unidos son conocidos solo por el bate y la pelota, el merengue o la
bachata o simplemente por estar metidos en asuntos ilícitos, déjenme decirles
que se han equivocado.
El título de este artículo va más allá
de un asunto deportivo porque lo que a continuación narraré es mi
experiencia con un activista social dominicano.
No siempre (creo que es la
primera vez) un equipo de futbol americano premia a un dominicano por su labor
a favor de las minorías sociales que viven en Estados Unidos, en este caso los que
viven en el estado de Minnesota.
Sucede que hace unas semanas
me ha llamado la familia Carrasco, dominicanos radicados en Minnesota y la
llamada consistía en invitarme a una ceremonia donde se premiaría a Braulio
Carrasco como el joven latino más destacado en el estado de Minnesota en
la lucha por los derechos de las minorías, entiéndase como minorías los
latinos, afroamericanos, somalíes u otro grupo.
Este joven que se desempeña
como REO (Race Equity Organizer) para una organización que
promueve una educación inclusiva y más diversidad a nivel de maestros en el
Estado de Minnesota.
Ya en el U.S. Bank Stadium de
los Vikings donde cinco dominicanos en el terreno de juego éramos como
hormigas frente a un imponente público de más de 66,655 personas el
dueño del equipo de los Vikings le hizo entrega de un trofeo
mientras en dos pantallas gigantes se reflejaban fotos del trabajo social de
este joven.
No es imposible pensar que un
hijo de Quisqueya puede sobresalir en asuntos no relacionados al deporte. Los
dominicanos debemos de seguir cosechando éxitos no solo con el bate y la
pelota, con la bachata o el merengue o con la música urbana.
Los medios por lo general
promueven otros tipos de éxitos de los dominicanos, pero esto que explico da a demostrar
que siempre es posible soñar y que todo lo que uno da, por lo general termina
devolviéndose en bien para uno mismo, puesto que el joven Carrasco
asumió con humildad este premio que le tomó por sorpresa. ADH 806.
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