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¿Qué hay detrás de las peleas entre hermanos?


La competencia por conquistar el amor y la atención de los padres es uno de los principales ingredientes de las peleas entre hermanos. Cada uno quiere tener en exclusiva el amor de mamá y papá y no admiten rivales ni aceptan un reparto. Sobre este terreno nace el rencor por los presuntos privilegios del rival, la envidia por los resultados obtenidos por el competidor y las frustraciones personales, que suelen descargarse entre hermanos.
Algunos de los motivos más frecuentes de peleas entre hermanos son los siguientes:
1. La posesión de las cosas. Los niños no son especialmente generosos. Están ligados a recuerdos muy vivos y cuando ven sus cosas en manos de otros, piensan que se les quiere privar del afecto que los objetos representan para ellos. Por esta razón, se desesperan cuando se ven privados de sus juguetes. Cuando el hermano coge su juguete para entretenerse un rato, el niño no entiende que después se lo devolverá.
2. La defensa del territorio. Definir el territorio es una forma de demostrar el propio poder y garantizarse la supervivencia. Normalmente es el mayor quien intenta defender su territorio de las invasiones del pequeño.
3. El deseo de sentirse más fuerte. Como la defensa del territorio, demostrar la propia superioridad sometiendo al más débil constituye un comportamiento típico de los hombres primitivos.
4. La provocación para suscitar la reacción del otro. En ocasiones, el niño puede recorrer a mil astucias para lograr llamar la atención de los padres. Puede que el hermano pequeño quiera parecer la víctima en una situación en la que la verdadera víctima de la situación es el mayor.
5. Por hacer algo. A veces, la trifulca sólo es una forma de desahogarse. El niño se enfada con su hermano porque no encuentra el coche, porque la mamá le ha regañado o, simplemente, porque se aburre


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